La caligrafía china está compuesta por los caracteres chinos pueden ser trazados según cinco estilos históricos, los cuales normalmente se debe realizar con pincel y tinta, siendo estilos absolutamente ligados a la historia de la escritura, por lo que a continuación explicaremos los 5 sellos aceptados.
El primero es el estilo del sello zhuànshū, el cual es el más antiguo de los estilos, corresponde a una adaptación de los caracteres tal como eran grabados, sobre bronce o piedra, después encontramos el estilo de los escribas lìshū se caracteriza por trazos espesos con la punta escondida y fue creado para los funcionarios, para los que Chéng Miǎo, director de prisión bajo la dinastía Qin, habría creado un estilo de trazado más simple a partir del estilo del sello.
El siguiente de los estilos es el estilo regular kǎishū, este se creó todavía bajo l dinastía de los Hàn, y se consolidó a lo largo del siglo III de nuestra era, considerado como una mejora y racionalización del estilo de los escribas, después encontramos el estilo corriente xíngshū, este estilo nace de una «deformación» con el fin de simplificar el trazo regular, por ello es la más utilizada actualmente para los manuscritos de la vida cotidiana.
El último de los estilos es el conocido de hierba cǎoshū, también ha sido denominado como cursiva o escritura loca, siendo sin duda el más sorprendente, se caracteriza principalmente por un trazo muy codificado de los caracteres, que son abreviados y reducidos a su forma fundamental.
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